Aviso a navegantes: Mis aventuras brasileñas están a punto de llegar a su fin, pero lo que son las aventuras continuarán en otro país que en un futuro cercano revelaré :-). Me quedan tan sólo un par de semanas más en Sao Paulo…

Han sido unos meses muy pero que muy intensos y al mismo tiempo fugaces, ¡hay que ver cómo vuela el tiempo! Parece que llegué ayer. Hago un recorrido mental de mi estancia en este país y me vienen a la mente muchas personas maravillosas que he conocido en el camino, paisajes, sonidos, olores, sabores, sensaciones 100% inolvidables y algunas otras 100% “olvidables”, je,je. Eso sí, ganan por goleada los buenos recuerdos y con ellos elijo quedarme.

He aquí lo que siempre recordaré de Brasil:

1. Las buenas amistades y el buen ambiente de la oficina:

2. El canto-despertador del pájaro Bem Te Bi (debería llamarse “Bien Te Oí”). ¿Quién necesita una alarma con esta inolvidable melodía de pájaro loco machacón? “¡I ji-ji! ¡I ji-jiiii!”

3.- Las fantásticas playas de Ubatuba:

Y… los sungas azules, jeje.

4. El trayecto “Parque do Ibirapuera-boteco (bar brasileño típico)- sobredosis de zumo”. Es ya todo un ritual.

Siempre que puedo me escapo a pasear al Parque do Ibirapuera y luego voy a un boteco a beberme zumos de açaí con leche.

5. Jamás podré olvidar el jugoso sabor de la picanha…

6. Finalmente, jamás me quitaré de la cabeza el “embutido style” de las brasileñas, que consiste en llevar toda la ropa 2 tallas más pequeñas de lo que a una le corresponde. Por eso, en honor a este país, he decidido que antes de irme me voy a comprar uno de esos pantalones que te cortan la circulación y marcan el bum bum y las chichillas, y los luciré a mucha honra por todo el mapamundi.

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