Cuando pensamos en Dungeons & Dragons, probablemente no nos vengan a la cabeza nuestras habilidades sociales, pero en realidad, este es un estereotipo que no siempre es cierto. Los juegos de rol son 100% sociales. Es necesario hablar con otras personas, explicar cómo nos sentimos en ciertas situaciones, y todo esto dentro de un grupo de personas. Los juegos de rol contienen una red social integrada.

Hasta cierto punto, los videojuegos hacen algo parecido, pero no es exactamente igual. Cuando jugamos rol interactuamos directamente, sin estar separados por una pantalla. Además, puedes salir con tus amigos. Además podemos salir con nuestros amigos. Antes de empezar o al terminar una sesión podemos tomar algo con nuestros amigos y ponernos al día. No hay por qué jugar exclusivamente con amigos o personas conocidas. Una vez manejamos bien las reglas de un juego podemos entrar en otros grupos y conocer gente nueva. Este proceso es más fácil así, ya que partimos de un gran hobby en común. Conocer gente nueva cuando te mudas de casa, por ejemplo, puede ser bastante complicado, pero puedes buscarte una tienda local de juegos y preguntar por si algún grupo busca nuevos jugadores.

Este tipo de actividades puede ser especialmente útil también para los niños. Hacer nuevos amigos puede ser complicado para algunos niños, por lo que el tipo de interacción "forzada" que ofrecen los juegos de rol puede ayudarles a encontrar personas que compartan tus aficiones. Tanto los niños como los adultos pueden utilizar juegos de rol para combatir la timidez. Los jugadores reciben una especie de "máscara" en forma de personaje que les permite sentirse más confiados y menos vulnerables Gracias a esto hay personas que superan la timidez, y se siente más cómoda a la hora de comenzar conversaciones por su cuenta. Ser tímido no tiene por qué ser necesariamente malo, pero aquellas personas que quieran salir un poco de su zona de confort, los juegos de rol pueden servirles de gran ayuda.

Jugar entrena nuestras habilidades para la resolución de problemas

La resolución de problemas es algo con lo que nos enfrentamos a diario y los juegos de rol están plagados de ellos. Encontraremos un gran número de problemas que tendremos que solucionar tanto individualmente como de forma colectiva. Quizás tendríamos que resolver un acertijo mientras vagamos por un laberinto, mientras decidimos la mejor forma de eliminar a un grupo de goblins, mientras intentamos resolver un asesinato o evitar que un señor oscuro tenga el control de un reino.

Como podemos observar, los juegos de rol están llenos de pruebas y problemas bastante complicados de solucionar. A medida que se van desarrollando los acontecimientos, nos vemos obligados a pensar y actuar. Podríamos desarrollar alguna técnica de improvisación y sentirnos orgullosos de nosotros mismos cada vez que nuestro equipo encuentra una forma inteligente de salir de un problema difícil. Es probable que algunos de nuestros momentos más memorables sean cuando sentimos que estábamos contra la espada y la pared y nos valimos de todo nuestro ingenio para salir adelante.

Aprender a resolver problemas desarrolla nuestro pensamiento crítico y podría sernos de utilidad en el futuro a la hora de abordar nuestros problemas con la mentalidad correcta. En los juegos de rol, somos a la vez la pieza de ajedrez y el jugador. Aprendemos a ver los problemas desde diferentes perspectivas y comprendes que siempre hay una luz al final de una mazmorra oscura y llena de goblins.

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