Tengo el placer de inaugurar este blog con un recorrido montañero divertido e “inuxual”, que además os va a tonificar el cuerpo más que dos horas de spinning a lo bruto. La idea consiste en hacer el tercer tramo del Camino de Santiago por la costa guipuzcoana o Costa Vasca Santiaguera, que comprende el recorrido que va desde Zarautz hasta Zumaia. ¡Desempolvad las botas de monte y a caminar!
Aparcamos el coche al lado de la estación de tren de Zarautz y atravesamos la parte vieja del pueblo hasta llegar al inicio del recorrido: la cuesta de Aldapeta, antigua calzada que unía Zarautz con Getaria. Hay que ascender y dejar el barrio de Vista Alegre de Zarautz a la izquierda. Unos vecinos de la zona nos contaron que hace décadas esta era la ruta que tenían que tomar cada vez que había un desprendimiento en la carretera, que solía estar cortada bastantes días.
Comienzo del camino. Hay que subir esta cuesta y continuar por la derecha.
La pendiente del comienzo es intensa. Las piedritas la hacen más emocionante si cabe…
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La que fue la casa de verano de un antiguo marqués.
Una de las cosas que más me gustó fue ver los impresionantes caseríos de cerca.
A esta altura del tramo podréis ver los primeros viñedos con los que se elabora el Txakoli de Getaria-Getariako Txakolina (cultivados en las laderas emparradas de Getaria, Aia y Zarautz).
Viñedos de Txakoli de Getaria.
Foto de lo que iba dejando atrás.
Las vistas de Zarautz desde lo alto son un regalo para la vista que compensan esa interminable cuestita… Como dicen los estadounidenses “No pain, no gain” (sin sufrimiento no hay ganancia).
A la derecha del camino se encuentra la ermita de Santa Bárbara, ubicada en el Monte Meagas.
Fachada principal de la ermita de Santa Bárbara junto a un caserío.
Es un camino en el que el intenso verde del campo se funde con el azul del mar y el cielo.
Fuimos dejando Zarautz atrás.
Seguimos ascendiendo hasta divisar Getaria a lo lejos. Todo el recorrido por la costa me pareció espectacularmente bello. La brisa del mar perfumaba el trayecto. Toda una delicia para los sentidos.
Vista de Getaria al fondo y la carretera que une Zarautz y Geteria.
Y continuamos andando hasta acercarnos a Getaria desde lo alto del monte.
El ratón de Getaria tras los viñedos de Txakoli.
Y tras haber recorrido 6,4 Km. nos dirigimos por la carreterea GI-3392 hasta llegar al caserio Azti, desde donde ascendimos hasta el barrio Askizu de Getaria.
De camino al barrio Askizu.
Nos desviamos a la izquierda y topamos con este precioso caserío.
Llegamos a Askizu, que está en la parte occidental del término municipal, hacia Zumaia. Tiene un pequeño núcleo formado por la antigua parroquia y unos pocos edificios. Aprovechamos para almorzar en el diminuto barrio.
La entrada a Askizu es muy coqueta.
Iglesia de San Martin.
¡A estas alturas tenía unas ganas enormes de hincarle el diente al bocata!
Hora de reponer energías 🙂
Salimos de Askizu rumbo a Zumaia dejando atrás el caserío Arano. En una bifurcación optamos por el camino de la derecha. Tras superar un portillo comenzamos a ascender hacia Zumaia. Después descendimos hasta la N-634. Nos tocó hacer un tramo por carretera.
Siempre es agradable toparse con animales por el camino.
El macho alfa nos vigilaba desde lejos.
Caseros esquilando a las ovejas.
El trayecto hasta Zumaia fue más ligerito.
Me impresionó lo bonita que estaba Zumaia. LLegamos al puerto, situado en la desembocadura del río Urola. Es una localización privilegiada por su proximidad al Flysch, testigo de los cambios del planeta.
El puerto de Zumaia.
Entrada a este pueblito costero.
Nuestra etapa había concluido. Atravesamos el museo Zuloaga y la ermita de Santiago.
Vista de las marismas.
Puente peatonal sobre el río Urola.
Y, finalmente, tomamos el tren de vuelta a Zarautz, donde habíamos aparcado el coche.
¡Qué maravilla de viaje! En la siguiente entrada pienso compartir otra ruta. ¡Estad atentos!
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